A veces, sufres un traumatismo y no se ve nada roto en las radiografías, pero el dolor que sientes es tan intenso como para sospechar que algo se ha dañado. En efecto, hay lesiones que no se pueden apreciar con rayos X, y una de las más delicadas es el edema óseo.
Índice
- ¿Qué es un edema óseo?
- ¿Cómo detectar un edema óseo?
- ¿Es posible prevenirlo?
- Tratamiento para un edema óseo
Esto es así porque en el edema óseo, el tratamiento y su duración depende de cuándo se ha diagnosticado el problema y de la gravedad del mismo.
Podemos decirte de manera aproximada cuánto tiempo en curar una rotura de peroné, pero si nos enfrentamos a un edema en la cabeza del peroné en vez de a una fractura, vamos a tener que dar cifras aproximadas y modificarlas según evoluciona el paciente. Recurrir a la medicina regenerativa siempre ayuda a acortar el tiempo de curación.
¿Qué es un edema óseo?
Un edema óseo es una acumulación de líquido, generalmente sangre, en el tejido esponjoso presente en algunos huesos. Suele estar originado por un traumatismo, aunque puede ser uno de los efectos secundarios de la radioterapia.
En efecto, no todos los huesos son completamente sólidos. En algunos como el peroné, la rodilla o la cadera, también en el maxilar superior, encontramos una zona interna conocida como tejido óseo esponjoso porque aparece plagada de cavidades.
Estas cavidades son ocupadas por la médula ósea amarilla y cuentan con irrigación sanguínea, por lo que no es extraño que, tras un traumatismo importante en un hueso con tejido esponjoso, pueda haber un sangrado interno.
Independientemente de qué líquido se acumule, si sangre o linfa, en estos casos hablamos de edema en el hueso.
¿Cómo detectar un edema óseo?
El edema óseo solo se puede ver con una resonancia magnética. Por eso, como ante un traumatismo es normal sentir dolor en el o los huesos afectados, incluso inflamación visible o derrames, muchos edemas óseos se diagnostican con retraso, lo que hace necesario alargar su tratamiento.
¿Cuáles son sus síntomas?
El principal síntoma es dolor localizado en uno o varios huesos, que empeora con el movimiento, aunque sigue estando presente en reposo. Como verás, es un síntoma poco esclarecedor.
¿Es posible prevenirlo?
Si eres deportista o, por tu trabajo, estás expuesto a sufrir una serie de lesiones, todo lo que favorezca la regeneración ósea, en especial las sesiones de cámara hiperbárica y oxigenoterapia, ayudan a que un edema óseo que haya podido pasar inadvertido se cure antes y a que no se vayan sumando edemas, pues se trata de un proceso de curación lenta.
Por lo demás, la prevención del edema de huesos es tan difícil como la prevención de traumatismos. En caso de estar recibiendo radioterapia, los médicos ya saben que el dolor que sufren los pacientes puede tener este origen, un sangrado interno, por lo que solicitarán una resonancia magnética ante la mínima sospecha.
Y es que, salvo en los casos más leves, el tratamiento para un edema en el hueso no basta con dejar pasar el tiempo para que se reabsorban los fluidos.
Tratamiento para un edema óseo
El tratamiento se compone de varias etapas, siendo la inicial el reposo con analgesia. Hablamos de una lesión que tarda en curar, de media, entre 12 y 24 semanas, y no son extraños los casos que requieren entre 9 y 12 meses de tratamiento acompañado de resonancias periódicas para poder ver cómo va evolucionando el derrame interno.
Verás discrepancia entre el primer rango de valores y el segundo. Preferimos ofrecerte ambos rangos de tiempo para que estimes la importancia del diagnóstico temprano. Cuanto antes comiences el tratamiento, antes podrás recuperarte. También porque incapacita más un edema óseo de rodilla como puede hacerlo uno de cadera, lo que nos devuelve a la complejidad de dar valores precisos.
El tratamiento del edema óseo consiste en reposo y analgesia durante unos días, combinado con ejercicios de fisioterapia. Terapias como la radiofrecuencia y la terapia con imanes pueden ayudar en la regeneración ósea y aplicarse desde el periodo de reposo, aunque la cámara hiperbárica presenta la ventaja de rebajar el dolor desde la primera sesión.
Los huesos pueden presentar edemas, y el edema óseo implica un tratamiento de varios meses de duración. Poco se puede hacer para prevenir esta lesión, salvo si estás expuesto a traumatismos por trabajo o porque practique deportes de contacto.
La duración del tratamiento depende de la rapidez en el diagnóstico, de qué hueso ha sido afectado y en qué grado, y de si se aplican o no terapias que favorezcan la regeneración ósea.
